Fue en un instante penoso,
a kilómetros de distancia,
sentí una espada infinita en mis entrañas.
La percibí enterrandose más y más profundo,
enredandose con mis órganos funcionales
y retorciendose de placer.
Fue así como lloré,
a kilómetros de distancia,
tu traición desmedida.
La imaginé millones de veces hermosa,
vanidosa con su belleza inusual,
y sexual para desvivirte por ella.
Fue así como me desangré,
a kilómetros de distancia.
La observé fluir acaudalada por el cordón de la vereda humilde,
humedeciendo las calles de tierra del trabajador,
y estremeciendo de sed mi cuerpo.
Fue así como morí,
a kilómetros de distancia.
Lo miré fotográficamente,
lo desee desesperadamente,
apabullando lentamente mi dolor,
y olvidando inconcientemente... tu amor...
Sol Ochoa.
¿Desear morir por una traicion?
ResponderEliminarmejor provocar que el que nos traiciono desee morir por su atrevida accion.
Saludos.