domingo, 29 de noviembre de 2009

Meditar versos llenos que alguna vez dijiste.


Meditar versos llenos, con algo de chispa para conmoverme al releerlos, se complica cada vez más con la suma de los días para llegar a fechas tan convenientes, tales como mi cumpleaños, entre otras. No se comprende completamente si esta falta de satisfacción que me llega a las cejas, se trata de vacíos, cuartos desordenados o ganas de arrancarme los rollos de las caderas; puede que a partir del 5 de diciembre no tenga que quejarme más de nada, y mi vista se apunte a nuevos asuntos por resolver, o por realizarme y darme cuenta que existen y que debería haberlos enfrentado hace un tiempo atrás.
No es hacerse cargo, es percatarse de que hay que buscar soluciones para lo más simple, que es vivir en un mundo donde no todo se hizo fácil. Inclusive ya es difícil escribir algo que escribieron muchos en su momento seguramente, y todavía más complicado, aceptar que leer esto no va a servir de mucho.
Solo unas palabras más antes de mi cambio.

Sol Ochoa

viernes, 27 de noviembre de 2009

5TO AÑO, ¿Cómo te va?


Ai la puta madre JAJA LAS COSAS QUE VOY A HACER. (ÑACA ÑACA)

lunes, 23 de noviembre de 2009

Un sueño más 1#


Me caracterizo por tener una memoria muy selectiva con respecto a mis sueños.
¿Será algún tipo de descarte de lo que me conviene soñar y que no?
No lo puedo saber, solo se que hoy a la tarde al poder mantener los ojos abiertos, tuve un sueño completamente extraño y que provenía de un pensamiento cualquiera.

Estaba en una parada de colectivo, me parece que era el 96 sobre Av. La Plata y Formosa, eran seguramente las 18 hs, porque estaba todavía de día, aunque lo gracioso fue que estaba en la parada y me habia sacado las zapatillas y las habia dejado justo al limite del cordón de la vereda, entonces el colectivo tardaba muchisimo en venir, y cuando una persona se acercaba cerca mío agarraba solo una zapatilla, y cuando querían agarrar la otra, yo decía: "No por favor, es la única que tengo". Y me la dejaban. Completamente repetitivo hasta que se hacen algo asi como las 19:30 porque ya estaba oscureciendo, y se acercan muchas personas y sucede lo mismo con la zapatilla, excepto que me la dejan y aparecen otras personas y les roban a esas. Entonces los mismos que quisieron arrebatarme la zapatilla se quejaron de la inseguridad. Justo vino el colectivo para irme rapido.

Despues de esa incoherencia me desperté, y dije vale la pena contarlo, es muy chistoso que deje una zapatilla para que la gente se tiente, pero despues sean robados. ¿Y todo esto en que termina?


Necesito soñar menos o soñar algo de amor.


Sol Ochoa

domingo, 22 de noviembre de 2009

Lleguemos al exito


"Exitos, suerte es para los mediocres".
Frase celebre que retumba en la cabeza de muchos y en especial en la mía.
Las formas de llegar son infinitamente variadas y depende el objetivo, su dificultad.

En mi caso es imposible a menos de que este en el lugar y momento adecuado.
Ahora y Hoy mismo, y así prefiero avanzar todos los días.


Sol Ochoa.



Feliz Día a los que aman la música y la acompañan.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Que los Cambios y que las rutinas.

Dolores estomacales, no se, depresión post escolar, sudor, injusticia, sacapuntas, papeles, cromatografía, Modernización, buscar v, cantar, Dios, dedos, caminatas, fiestas, espera. Tanto y le busco la utilidad.

Falta de compromiso para continuar una amistad, falta de amor para el otro, falta de cariño, falta de perdón, demasiado resentimiento, y maravillosamente le encuentro la utilidad.

Si metemos todo en la misma bolsa, lo batimos un poco, lo dejamos reposar unos minutos, y tenemos a Soledad en noviembre (no quiero más chistes del mismo).
Solo quiero un poco de descontrol y algo que me cambie las ganas de dormirme 100 años.



Sol Ochoa.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Cuchichuchu


Un poquio de cuchichuchu es lo que necesito esta semana.
Estos días, estas horas, estos momentos donde me siento solitaria.
Me gusta ser solitaria, me gusta ser acompañada.
Los extremos al mismo tiempo me van a enseñar a perdurar.
Justamente como dije, un poco de cuchichuchu es la que va.


Sol Ochoa.

martes, 10 de noviembre de 2009

Números de Boletin


Miren que atrevida que soy al poner las notas que estoy llevando en este tercer trimestre por el momento:

Biología: 8 - 9
Catequesis: 10- 10 (prueba que se convirtió en un avión que voló por senillosa)
Computación como herramienta para diseño y desarrollo intelectual (JAJA):10-8-6
Físico-Química: 6,50
Ingles: 7,50- A (?)
Latinoamérica Comtemporánea ♥: 8-10-10- 1! Marian Malvado.
Lengua y Literatura: 10
Marketing sucks: 9,50-8
Matemática Karma de la Vida: 10 (todavía no entiendo como pasó)- 8
Psicología (Freud Bien pillo): 10- 9,50
Taller de Comunicación bien lesbico todo: 9-9-9+ (guuuarda que tiene un más)
Educación Física (guarda que soy la prima de Spajic ehhehe): 10 (coreografía JAJA)
Expresión o Teatro como diríamos los cabezas: Indefinido :O



Bueno no se, estaba aburrida y dije: Creo que voy a empezar a reprobar estas notitas.
Entonces un mundo nuevo apareció (?)



Sol Ochoa en estado apreciativo de la vida.



PD: Se que la foto no beneficia pero va muy a tema. Además esa lista dice escabio (asi bien piola) (?)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Capítulo 1: "Little Woman"

La “cosa” comenzó a suceder a los doce años.
Celeste era hermosa por dentro y por fuera, solo tenia hermosos ojos, como esmeraldas reflejadas en el mar, después su nariz era un poco respingada y su sonrisa burlesca, aunque bastante simpática. Muy inteligente pero soberanamente tonta si hablamos de astucia. Pero era querible, amable, y odiable con el paso de las horas.
Su primaria había sido satisfactoria y al mismo tiempo cruel, allí había conocido a sus actuales mejores amigos y los que seguramente siempre lo seguirían siendo, hasta el fin de sus días.
Para resumir en pocas palabras, Celeste era una mujer en cuerpo de niña. Estaba finalizando séptimo grado en un colegio como cualquier otro, y comenzando a experimentar aquello que todos detestan y desean al mismo tiempo, el Amor. Tuvo su primer beso con un chico más bajo de estatura que ella, con cabellos negros y piel blanca y tersa, poco llamativo pero de una sonrisa encantadora. Aquel beso fue forzado pero satisfactorio al mismo tiempo, aunque (sin lengua) una niña de esa edad no sabe si queda bien introducir o no órganos vitales, en el ajeno.
Ella era increíblemente hermosa por dentro, y exótica por fuera. Su inteligencia era admirable pero ella sabia que era exagerada al mismo tiempo. Su mejor amigo la quería mucho y apreciaba sus increíbles conocimientos musicales. Celeste provenía de una familia singular e incluso bohemia, su padre Ernesto era cantante y su Madre Elena, una gran artista plástica, ama de casa al mismo tiempo. Sus cuatro hermanos, Sebastián, Máximo, Maria y Laura eran jóvenes de características excepcionales, y atiborrados de talentos. Máximo era el mayor, y su habilidad con el diseño y el piano era admirable, Laura al mismo tiempo tenia una mirada interesante de la vida, y una bella voz , que no la exprimía simplemente por vagueza, pero cada creatividad que aparecía, ella la tomaba y la convertía en vida. Tal vez María, podría haberse dedicado a algo mejor, las física no es lo mas divertido que hay, pero nunca nadie podrá olvidar sus manos en el piano, y Sebastián fue el único que demostró saber lo que quería y que se decidió a seguirlo, tomarlo y domarlo hasta el final. Como lo quiero, pero nunca se lo digo. Nadie dudaría de su talento para agarrar una guitarra, un piano, un violín, una voz, un charango, nadie. Creo que mostrarles la profundidad de estos personajes y mi fascinación por ellos, me lleva a confesar que mi nombre es Celeste y estoy escribiendo esto como una mentira, tal vez seguir la fantasía me mantenga viva después de todo, así que prefiero seguir engañándome.
En fin, Celeste tenía una habilidad en la sangre para guiarse con la música y sus sonidos, ya a esa edad escuchaba música clásica a escondidas, sentía el Bolero de Ravel sin saber que unos años mas tarde, seria interpretado por ella junto con la Orquesta Académica del Teatro Colón. Alejandro, su mejor amigo la quería mucho, pero no sabían en ese entonces que eran los mejores. Eran compañeros con confianza. Se dieron cuenta en su viaje de estudios, que serian grandes personas unidas, pero tampoco pensaron que se volverían tan estrechos hasta convertirse hermanos, y nada más (como siempre). Ella nunca olvidaría aquel abrazo de media hora con su fondo estrellado y viento de mar, donde el lloraba y colocaba su mejilla al lado de la suya, reprimidamente, diciendo que nunca la iba a olvidar. Así fue, como su último año de primaria transcurrió y finalizó como el mejor, mejor dentro de lo posible para dar el inicio del sufrimiento que se avecinaría al año próximo.
De pronto, recordar los hechos que rodearon el fin de una felicidad sana, el balde de agua fría cae sobre mi cabeza y decido que es momento de dejar la tercera persona para los cobardes, demostrar lo mujer dentro de niña que soy, y encarar los hechos como son. Tal vez primero deba presentarme. Tal vez primero deba comenzar a mirar los hechos de frente y comprender que las palabras enredadazas son mi labor, comprender y llegar a entender la naturaleza humana que me rodea y me indica que debo morir para continuar la cadena de la vida.
Mi nombre es Celeste Romero. También conocida como Cele, Roro (tiene explicación), Pendeja de Mierda, o Cel, pero este ultimo no me gusta, suena demasiado “Personal”. Sería interesante decirles, que comencé escribiendo esto con la intención de dejar un mensaje o una enseñanza especial antes de irme, la cual es muy obvia que nunca podré llegar a comunicar completamente. Tengo dieciséis años y mi vida, o cuasi vida, es casi la que idee desde que empecé el colegio secundario, pero algo está fallando, y queda como cables sueltos en una terraza, a mi “No Me Notan” y me quedan solo dos meses de respiración. No quise planear como en las películas, un programa de actividades que me gustaría realizar, de cosas locas y aventuras sin sentido, como tirarse de un paracaídas, recorrer el país en motocicleta, regalar mi dinero a todos los orfanatos de Tucumán o pasar un día entero con gente que necesita de una felicidad, que tal vez yo puedo otorgarles. Es gracioso empezar a contar esto desde que tengo doce años pero creo que todo el problema empezó allí, nunca entendí porque no me quede como la niña alegre, chismosa, atrevida que era. Que se sacaba bueno o regular en las pruebas de 2+2 es 9. Tenia dos grandes amigas que las perdía y las recuperaba al mismo tiempo, o de repente tenia seis y las extraviaba de nuevo, pero eso es típico de niñas, todas rencorosas y crueles, por eso siempre digo que nunca haría la primaria de nuevo. ¡Never in my fucking life!
En mi último año de primaria, conocí a Paola, ella siempre estuvo invisible ante mis ojos, pero cuando me habló nos hicimos amigas y eso sí que fue raro. Nadie lo podía creer, éramos completa y retorcidamente diferentes. Ella era preciosa y con un sentido de la moda impresionante, yo...me vestía, simplemente para cubrir el cuerpo con ropa. Sin más especificaciones. Ella era educada, yo también pero con ciertos “no modales” patéticos. Paola tenía unos excelentes atributos físicos, aunque petisa, y yo era flacucha, alta al menos, acuérdense que mis ojos era lo único rescatable de aquel cuerpo presente. En fin, nos conocimos y nos dimos cuenta que existía una remota posibilidad en un futuro de que no nos veríamos mucho o casi nada, pero que si nos reencontrábamos, todo volvería a ser como antes, y charlaríamos horas por teléfono, y sobre las novelas que veíamos. Voy a reconocer abiertamente que ella me había alejado un poco de las personas con las que estuve en mis comienzos de niñez, pero después retorne como debía ser y recuperé la amistad, digamos que nunca se lo tomaron a pecho (gracias a Dios). Éramos tan unidas que salíamos con los dos mejores amigos, yo estaba con el de pelito negro y piel blanca y ella con el rubio de piel bronceada y pequitas tiernas, que días después pasó a llamarse “el innombrable”.
Desde aquella amistad, empezó el problema, en realidad me notaban pero no de la manera en que yo quería, no sabían como era, como estaba formado mi corazón, mis costumbres, mis malos modales, mi dulzura, mis pensamientos, mis actitudes, mi ser. Ellos pensaban en mí como una masa uniforme, tal vez más bonita que antes, pero nunca se habían empeñado en conocerme interiormente. Gracias a Paola conocí gente nueva, pero diferentes a mí, que hasta llegue a considerar excelentes amigos pero que en realidad no encajaban conmigo, no me conocían como dije anteriormente, y me notaban a su manera. Tal vez para explicarme mejor debería llegar hasta mis padres, ellos tampoco me conocían y me registraban de otra manera. Ejemplo 1: en sus mentes yo era una chica estudiosa y empeñada en lo que hacía, pero no se daban cuenta en realidad que la mayoría del tiempo no estudiaba, sino que me encontraba intentando aprender a tocar la guitarra sola, o me sentaba en la banqueta del piano y trataba de memorizar melodías sin sentido, en voz baja para que no me escuchen, lo cual era bastante inútil ya que todos tenían algo de melodía en la sangre. Pero debo recordar que las actitudes raras fueron el comienzo de mi gran enfermedad. Esas cosas para mí definían lo que era. Hasta que un día mi madre, sospechando de mis actitudes extrañas, me escuchó componer una simple canción, que hasta el día de hoy la sigo interpretando, y fue en aquel momento, cuando decidieron que debía ingresar al Conservatorio Manuel de Falla para niños. Me asustaba la idea de estudiar música. ¡Desde cuando se estudia! Honestamente, al comienzo era de las que pensaba que la materia creativa se aprendía de corazón completamente, hasta que me di cuenta, que había más que el sentimiento de un órgano vital y palpitante, había matemáticas, personas, teorías, física, cosas que creaban las sensaciones a nuestro alrededor. Entonces fue ahí, cuando empezó el problema de nuevo, me notaron mucho. Todos me alababan diciendo que mis habilidades eran increíbles, que era la nueva Mozart (bastante prodigio), que era impresionante, y más cosas que me ruborizaban hasta el pelo. Había elegido la flauta traversa, y mi virtuosismo era casi raro, había aprendido a tocar demasiado pronto y sin tener el instrumento en mi casa lo cual fue bizarro y asustadizo para mi profesor Marcelo. Elegí aquel instrumento en un arranque de desesperación y hermosura, escucharlo me causaba cierta simpatía y al mismo tiempo melancolía extraña, que necesitaba ser explorada. Avanzaba a pasos agigantados y hasta el día de hoy sigo haciéndolo, tal vez fui demasiado prematura para ser virtuosa. Eso hizo ganarme enemigos. Como dijo una vez un profesor amigo, nunca consideres a tus nuevos amigos, las personas de confianza, porque la mayoría de las veces quieren tirarte abajo. Por suerte, nunca me cruce con uno de esos, pero me ha ocurrido tener altercados o momentos incómodos con personas, que tenían envidia. Como detesto esa palabra. El hecho de ser notada de esa manera, me fastidia, con ese justificativo prefiero ser transparente, pero al mismo tiempo me deprime no importarle a nadie.

Vuelvo a decirlo. Yo se que es exagerado de mi parte comenzar a contar esto desde los doce, pero vuelvo a repetirlo, todo comenzó así.
Concurrí al médico porque me despertaba vomitando todas las madrugadas, a veces tocía sangre y me desmayaba en medio de clases. Después de varios análisis de sangre, descubrieron una enfermedad muy rara, que tiene un tratamiento complicado de sobrellevar. Lo que mas me enfureció es que a mis padres tuvieron que decirles que las chances de salvarme eran pocas, y que deberían aprovechar mis últimos 5 años de vida.

Me golpearon en el estomago, los apedrearon, nos sepultaron bajo tierra.

Ese mismo día, me mataron.

Mi colegio estaba pasmado, pero no podían mirarme a la cara, me ponían en sus rezos, pero no me miraban, no me notaban. Mis compañeros me miraban tristes y con pena. “Pobre Celeste, no podrá disfrutar toda su adolescencia, no va a llegar a finalizarla como corresponde.”
¿Acaso es eso lo que importa? ¿Ese es el sentido de la adolescencia?
Y Cuando empecé la secundaria, nunca me iba a imaginar que iba a ser tan fácil y tan difícil al mismo tiempo. Enfrentar un comienzo con un final cercano no es bueno para el corazón, aunque mi tratamiento iba bastante bien, calcularon que la fecha podría estirarse y tener más tiempo para encontrar una cura.

Basta de estirar lo inevitable, pensé en navidad, en año nuevo, en mi cumpleaños, en el inicio de clases. En fin, tal vez ahora era el centro de atención de una manera en que yo no quería serlo. Esa misma duda que acarreaba mi mente siguió progresando y disminuyendo. Los adolescentes somos ciclotímicos en un comienzo, lo comprobé personalmente, debería hacerse un estudio al respecto con adolescentes encerrados en jaulitas y un plato de alimento. Interesantes resultados saldrían de esta investigación, aunque seguramente alguna sociedad protectora de adolescentes saltaría a defensa de nosotros, aunque si se les pidiera a los jóvenes que colaboraran a voluntad propia nos ahorraríamos el lío. Bueno después de esta breve idea, tal vez contarles que académicamente, para mi la secundaria era una pavada o al menos el primer año, fui abanderada de la Bandera Nacional, y eso no es poco mérito. Pero lo único molesto, o mejor dicho las dos cosas que más me reventaban y me siguen reventando, es que cuando los demás saben que uno es inteligente, tienen que dar por hecho que cualquier tema es entendido por uno y que el burro que no lo logro y no sabe que carajo es una célula eucariota, va a tener que terminar preguntándome a mi, lo cual me fastidia, me pone los pelos de punta y yo contesto, con una mirada asesina, pero contesto, lo cual no se si es mejor o peor. Lo otro que me quita la sed del corazón, es que además de considerarte inteligente, te consideran chupamedias, lo cual es la peor ofensa del mundo que te pueden decir. Que te lleves bien con un profesor en ciertos puntos no quiere decir que tengas la materia ganada, hay cada loco, aunque también hay adultos que les gusta poner las preferencias en primer lugar, después les contare alguna que otra anécdota para que entiendan de la cuestión.

Mi primer año fue gracioso al momento de recordarlo, teníamos una joven profesora de música, patética al mismo tiempo, Dalia nunca te olvidaré. La risa me salva de estas situaciones. Ella tenia una buena habilidad musical pero lo único que la enterraba bajo tierra y hacia que sea objeto de nuestras bromas, era que no disfrutaba y las canciones que tratábamos de aprender para las misas eran completamente horribles, encima no sabíamos cuando entonarlas y entrábamos en cualquier tiempo, eran esos momentos en los que yo deseaba nunca haber entrado a esa iglesia con una guitarra en mano, para que el padre que oficiaba la misa nos mirara con cara de odio. A veces hay que evitar esas situaciones. Por suerte, era una suplente y duró solo un año. Era buena pero muy superable, demasiado. Otra excelente profesora que quiero recalcar, porque me marcó, me rayó como una hoja en blanco en manos de un nene de 2 años y un montón de marcadores de “Faber Castel”, y la quise y la querré siempre, su dulzura es extrema y me hizo querer la Geografía, una de las materias mas odiadas tal vez o incomprendidas por muchos, ya nadie entiende donde queda el océano Índico, pero yo ¡si! Porque ella me hacia aprenderlo a la perfección. Siempre, Isabel.
Creo que hablar de los profesores, es una excelente manera de irme por las ramas y desviar la atención de lo que acontece este relato verdaderamente. El no me siento notada y me queda “poco tiempo”. Como dije al comienzo de mi relato, a los doce tuve mi primer beso, fue horrible pero no voy a entrar en detalles (aunque ya entré anteriormente). Luego patéticamente, estuve un año entero sin volver a besar a otro chico. Y no fue por falta de hombres, resultó una abstinencia por mi falta de mentalidad para hacerlo, aunque era una adolescente con todas las letras, en realidad iniciándose. El amor no tuvo cabida en mis trece años. Creo que fue el famoso año de la amistad. Justamente el sentirme notada era necesario. Uno siempre necesita de una persona que lo escuche, que le haga sentir acompañado, que le de un consejo del cual poder resolver todos sus inconvenientes, alguien en quien confiar. Yo era muy amiga de Lorena, Camila y Sofía.
Lorena o Lori, no se como explicarlo, era una chica muy buena y de un gran corazón, pero muy manejada por una madre loca, perversa y que solamente quería mantener a sus hijos encerrados en una burbuja asfixiante. Lori no tenia adolescencia, yo lo se. Pero como la conocía desde la primaria, su dueña tenía cierta confianza en mí, y la dejaba venir a mi casa a jugar o a comer. Ese fue el último año que estuvimos juntas, hasta que la bruja decidió cambiarla de colegio, con la excusa de que nosotras no las queríamos. Aunque su relación con Sofi se había vuelto áspera, incluso habiendo sido mejores amigas desde jardín, tal vez era momento de que se fuera. Cami también la quería y mucho, pero no la comprendía de la manera en que yo lo hacia, pero yo nunca se lo dije y ni siquiera trate que Lorena lo supiera. Me arrepiento, de que ahora pase por su lado y ella no me quiera ni saludar. Eso es otro tema.

Sofía era especial, es especial porque hasta el DÍA de hoy la sigo amando con todo mi corazón. Es de aquellas pocas personas, que ven lo optimista de la vida y nunca dejan de soñar, mantiene aquella inocencia que siempre tuvo y tendrá. Tal vez ahora cuando salgo a bailar y me emborracho un poco (cosa que no debería hacer), ella tome agua pero se que en el fondo se divierte conmigo, por más que suene raro. Debería dedicarle un capitulo entero, pero creo que sonaría demasiado lesbico (sin ánimos de ofender), y me caracterizo por mi actitud de macho y femenina al mismo tiempo, eso puede prestar confusión o bisexualidad como dicen algunos. Sofía es perfecta e imperfecta al mismo tiempo, creo que la inocencia que la acompaña siempre le generó una barrera en el amor, lo cual a veces es malo, pero es bueno que todavía la pureza siga en el cuerpo. Tal vez haya todo un capitulo para profundizar al respecto de aquel tema, pero quiero dejar en claro que forma parte de mi vida tanto como el fútbol y los diarios, (eso fue sarcasmo). Finalmente debería decir, que ella al mismo tiempo se hacia odiable con ciertas actitudes infantiles que poco a poco las iría eliminando, pero igualmente hasta el día de mi muerte, nunca olvidaré las risas con ella.

Camila era diferente, igual a Sofía pero con cierta perversión que me encanta, yo sabia que con ella podría hablar de sexo sin que me mire con cara de susto o asco. No era una sabia al respecto, pero se defendía y sabia opinar casi siempre lo mismo que yo, consejos nunca salieron de su boca, salieron de mí, de mi interior, pero los agradeció al menos. Ella era excepcional, pero su tolerancia era mínima, hubo un leve lapso en primer año que nos peleamos porque yo era insoportable y perfeccionista, lo cual tenía razón y sigue teniendo, pero ella tambien era insoportablemente irresponsable y descuidada, debería estar agradecida de los problemas que le ahorré. Pero bueno, una amistad debe tener peleas, son necesarias para que los cimientos se endurezcan, además si no hay maquina de pruebas, no serviría de nada. La cuestión es que Cami, aunque tuviera sus berrinches y todo eso, era excepcional y divertida. Tal vez debería recalcar que era una persona mitad extro y mitad intro, o mejor dicho extrovertida e introvertida al mismo tiempo, tiene tendencias a seguir a alguien, como una falta de personalidad pero que existe al mismo tiempo. Nunca sabré decir si eso fue bueno o malo, los hechos me acompañan para justificar mis opiniones inconclusas.

Finalmente llegamos a una cuarta persona, que no nombre previamente debido a que tal vez nunca la había considerado mi amiga, lo era, pero transparente en mi vida.
Andrea, era un año mayor, repitió primer año por nada. Hija única con padres amorosos, adoptada con una vida cómoda y placentera. Se unió a nosotras a mitad de año, y desde alli no se despegó. Era una buena chica, se podría decir que bonita. Con cierto encanto y desencanto. Tal vez muy histérica y malcriada, pero ante esas cosas uno no puede hacer nada, ni siquiera remarcarlo. Ese fue mi error. Me río al darme cuenta de que debería haber acallado ciertas cosas y evitar tremendo desastre, que se nos aventaría al año siguiente. Pero justamente es impresionante decir que yo la quise mucho, llegue a amarla pero ella no a mi, me odiaba. Lo se y nunca lo quiso admitir, pero me tenia celos, enormemente. No me gusta sonar engreída, pero justamente ella quería derrocarme de muchas maneras, aunque puedo decir que el primer año con ella fue satisfactorio y divertido. A veces hubiera deseado no tener que esperarla mas de media hora en una esquina peligrosa y que a ella nunca le hubiese importado nada, hasta nunca hubiera querido tener que vivir a cuatro cuadras de su fucking casa. Detesto arrepentirme de las cosas, pero hay veces que no puedo negar esas actitudes que me dan vergüenza, ya que marcarán mis futuras relaciones y actos en la vida.
Andrea era increíble, todo un ser para tener encerrado en un laboratorio y estudiar de arriba abajo. Impresionante su manera de ser, siempre recordaré lo bueno de ella, lo que la embellecía por dentro, pero nunca olvidaré lo que me hizo sufrir, tal vez dedicarle todos mis miedos a ella sea en vano. Seguramente mis amigos me querrán matar después de leer estas líneas, dirían; “Celeste como puede ser que te afecte semejante pelotuda”. Allá ustedes diría yo, fue lo que sucedió y tal vez lo mejor ahora que lo pienso bien. No podemos mantener a nuestro lado a las personas rencorosas y que quieren destruir aquellas pocas cosas que nos hacen feliz en la vida, y nos mantienen despiertos en los sueños. Una reflexión que puedo remarcar de todo esto es que esa “pelea”, esa discusión o mejor dicho muchas, yo se que a ella la marcaron igual que a mí, y que nunca me podrá borrar de su cabeza. Todo por estupideces y cosas mínimas que tal vez, contaré algunas páginas mas tarde. No les aseguro nada. Entonces finalmente me doy cuenta que volví a ser notada pero de la peor manera, la envidia. Mi enemiga.
Atrozmente llegamos al momento mas entretenido del papel, donde otorgo unos pequeños renglones a mis grandes compañeritos de curso, mis monitos de laboratorio, mis payasos de circo, mis burlescos, mis dominadores preferidos, mi entretenimiento personal, mi diversión de todas las mañanas, que grandioso. Todos nos conocemos con todos, hasta el día de hoy es increíblemente dificultoso ser otra cosa enfrente de ellos. Primer año con Bachillerato en Administración, era muy inteligente, las notas más altas del colegio se atribuían a este curso singular, de hermosas niñas “puras” y engreídas al mismo tiempo (me incluyo). Los jóvenes eran singulares tambien, algún que otro mal olor inundaba el aula. Pero sin ellos, creo que mis años hubieran sido de los más aburridos.
¡Quiero escándalo! Siempre decía en mi mente, sin saber porque. Como me alegraban e imposibilitaban los días, o mejor dicho siguen haciendo. Cuantas veces habré querido faltar al colegio por una gripe (en realidad faltaba bastante, mis tratamientos se llevaban a cabo a la madrugada, y a veces duraban hasta el horario escolar). En fin, todo aquello por no querer verles esos peinados producidos o esas caras de odio u oler esas fragancias asquerosas. Pero voy a admitir, hay varios individuos en esa cárcel, que desearía meterles una banana por sus partes traseras y retorcérsela hasta que salga Licuado de Banana frío para el verano. A pesar de eso, un ambiente raro cruza mi aula, con compañeros raros y bizarros que tienen pensamientos fríos al respecto y dulces al mismo tiempo. ¿Acaso no todas las mujeres son hermosas? Si lo somos, no sean patéticos y no digan que algunas son intocables porque saben que si levantan la pollera, ya estarían enterrando la batata. En mi curso, era imposible no ser notada y ser notada, a lo que me refiero, es que estos jóvenes vendrían a formar parte de una familia sustituta, con profesores Papas y preceptoras Niñeras. El compartir cinco días a la semana y seis horas por día, crea una imagen sobre cada uno, hasta llegar a darnos la sensación de que nos conocemos unos a otros a la perfección. Allí fue cuando definitivamente el concepto de lo que yo era se desvirtuó completamente. Como podían pensar que yo una chica de trece años en aquel momento era emocionalmente resquebrajada. Honestamente creo que los trece años fue mi mejor edad y en la que mejor me mantuve anímicamente, si queremos llegar a una etapa depresiva de mi vida fueron mis quince años, tal vez luego quiera contarles. Entonces, de esa manera, comenzaron todos a crear sus conceptos de cada uno, y el ser notado pasa a otro plano, se convierte en un ser Observado, juzgado y manipulado. Un conjunto de personas poderosas y de opiniones fuertes pueden crearnos un dolor de cabeza e intentar cambiar la opinión de ellos nos dificulta cada gramo de nuestra alma, y solamente tenemos veintiuno, o es lo que dicen.

Me pregunto como será sentir que esos veintiún gramos se desprenden de mi cuerpo, ya no le tengo miedo a la muerte.

Cada joven tiene una cabeza a medida y un corazón a pedido. Desearía tener un corazón pequeño y no dejarlo romper por los demas. Tantas veces me pisotearon y yo sigo en pie, tal vez con un dedo menos y la pintura desgastada, pero siempre sigo, y salgo victoriosa al Respecto. Amo mi manera de pensar, me amo, yo se que soy egocéntrica en el fondo pero siempre pienso en los demás, ¿no será contradictorio aquello?, yo Celeste Romero que se preocupa del amigo del amigo de su amiga lejana, me considero cariñosamente EGO. La verdad que sí, pero guardemos el secreto, no queremos que los chongos corran y los chanchos canten. Conozco muchos chanchos que cantan pero eso es otro tema, cuando lleguemos a la parte del odio les cuento.
Para seguir explicando mi situación voy a invocar un leve recuerdo: “Nunca nos vamos a separar, siempre vas a ser una gran amiga”. Transcurrió un año entero para que vuelva a ver a Alejandro una tarde de verano, solos en su casa, entonando con una guitarra algunos que otros acordes y recordando viejos tiempos. Miradas que se cruzan y se atraviesan tratando de averiguar: “Será la misma persona que abracé hace 1 año atrás, o es que su corazón esta renovado y se refleja por fuera”. Es mi mejor amigo, yo lo sabia, siempre lo iba a ser, sucede que un año que se iba volando, saludos en la puerta de mi colegio no iban a contribuir a una relación hermosa, por eso yo me decidí a recuperar todo lo que fue alguna vez. Necesitaba a alguien igual y diferente a mí al mismo tiempo, necesitaba de su mirada de sus ojos clavados en los míos, de los besos en las mejillas, de sus chistes malos y sus miradas traviesas. Lo necesitaba. Él me notaba, no como los demás, el sabia como era yo y que era lo que pensaba, que sentía que vivía, que imaginaba. El todo, no habían secretos.
Han existido chicos que hasta podría llegar a decir que me conocieron mejor que las niñas, hubo una época extraña de mi infancia, donde los niños tenían lugar, pero primero debo explicar, que siempre fui una niña amiga de los varones, lo cual lo sigo siendo. Mi habilidad con el sexo masculino es admirable, y no estoy hablando en términos de amor y sexualidad, sino de confianza. El hombre puede confiar en mí, y se que se debe a que no soy una joven que juzga y se horroriza por cualquier tema. Ejemplo: Un hombre escupe un garzo o flema, es repugnante, pero no creo que no le volvería hablar como hacen algunas histéricas, o tampoco fingiría que no lo conozco, pero resulta envidiable para mí, esa comodidad extraña con las cosas publicas, no hablo de exhibicionismo, sino de “guau acá pasa gente, pero no me importa si me ven escupiendo un garzo”, es increíble, admiro eso. También debería decirles que nunca me enredo con mis amigos, podría decir que solo me sucedió una vez sola, pero casi siempre mis amigos, solo son eso, ni siquiera de esos con “derecho a roce”. Seguramente se debe a que soy tan apegada a ellos, que pierden sus encantos masculinos ante mis ojos, aunque nunca negaré que Alejandro era y es hermoso, pero nunca me atrevería a posar mis labios sobre los suyos, o acariciarlo.

Nunca.

En fin, como decía, cuando era niña jugaba con los nenes, a los deportes nunca a menos de que sea handball, era y soy un excelente win pero mas allá de eso, me valía por ser rápida en la mancha, yo organizaba los juegos con todo el curso, éramos treinta y cuatro bestias con menos de un metro cuarenta de estatura y mucha azúcar en las venas, imagínense. Nunca olvidaré el juego cruel al cual incité a jugar, no estaba en mis cabales de niña buena. No me consideraba malvada, pero tenia cierto afán de hacer travesuras y burlarme de los demás no era una opción, pero aquella tarde me divertí. Victoria era una niña de corazón puro y muy buena, demasiado inocente y pequeña, de mi misma edad pero parecía de jardín. Era tercer grado y nos aburríamos, creo que a mí se me ocurrió la idea de ir a molestarla. Nunca sabré porque, pero honestamente yo tuve que ver bastante al respecto, simplemente di la idea, los varones la realizaron y yo me reí. Acorralaron a Victoria, le bajaron la pollera y luego le pusieron arena en la bombacha. Todo el colegio se reía, obviamente exceptuando los profesores, y yo en el fondo me sentía triste. Hipócrita. Igualmente Victoria no sufrió tanto, se había olvidado del asunto, aunque habría que decir que fue uno de los hechos que la marcaron desde niña, y se transformo en una adolescente introvertida, que culpaba todo su sufrimiento a la primaria, y bueno, espero que nunca haya sido una de las razones por las cuales empezó a cortarse. Espero que no.

Después de lo relatado, voy a decirles que desde niña yo sabia diferenciar a la perfección el bien del mal, y yo elegí hacer mal con Vic, pero al mismo tiempo la bondad que tenía me salía por los poros y me hacia quedar como una estupida a veces. Típico de personas con falta de personalidad, pero todo se esfumó gracias a la madurez inmediata que sufrí a los 11 años. Haber visto un recital de Guns’n Roses en pantalla me había abierto la mente. Ver a Axl Rose rompiendo cosas y peleándose con un fanático, me realzó la cabeza de rebeldía, y ahí fue cuando no me importo subir los pies arriba de la mesa y sacarme 10 en una prueba donde te preguntan si el 100% son las 90 zapatillas, cuanto es el 50%. Yo en mi interior sabía como iba a terminar siendo, pero aún con once o doce años, lo seguía reprimiendo, pero lo sabía y seguramente lo iba a terminar demostrando al fin y al cabo. Iba a convertirse en mi manera de hacerme notar, y créanme que me hará gracia y me dará lo que quiero, pero justamente como lo conseguí, quise mas, la avaricia nos juega en contra. Prontamente iba a revelarme, total ¿cuánto tiempo me quedaba?

jueves, 5 de noviembre de 2009

Realización personal o Alegría de 24 hs.


Okey, el título lo dice todo.

Creo que supere todas las expectativas y perdón por esta falta de modestia
pero LE HICE EL ORTO A LA PROBABILIDAD DE DESASTRE.
No por falta de fe sino porque le hice la guerra a mi propio cuerpo, le dije:
"Vos, Garganta vas a hacer lo que yo digo"
Y así fue y todo se convirtió en genialidad, y me siento viva despues de mucho tiempo
y espero que se repita tal cual este domingo.

¿Quién se anota para ver como les hago el orto a todos?


Sol Ochoa

domingo, 1 de noviembre de 2009

Noviembre puto (si todos te odiamos PUTO)


EL 22 de noviembre ♥ es la mejor fecha.





PD: CIERTOS BONDIS SERÁN BOMBARDEADOS. (como si tuviera tanto poder)