Planeaba escribir algo sobre amor,
algo que me llenara de satisfacción sentimental,
y que sea: Tal cual les pasa a todos.
Así que para no desilucionar, les dejo esto:
"En la estación favorita"
Ella es la joven que se enamoró consecutiva y pasionalmente, vivió para ellos, porque el Amor es así.
Desde temprana edad admitió la relevancia de ellos en su vida, y la mantuvo hasta que llego el último.
Sin darle razón a la frase “La tercera es la vencida”, husmeó en los romances siete veces; se embadurno de fragancias masculinas y de besos perlados.
Y él era la mitad del resto; nada anormal, ni especial, simplemente era existencial.
Lo valía todo: su personalidad, su música, su mesa, su pelo, sus cigarrillos, su mirada.
Solo con rascarse un pómulo obtenía su atención.
Y ni hablar de cuando reía.
La camisa informal, y los jeans gastados eran su sello personal.
También su poesía.
El cabello ondulado y los ojos chispeantes, que bella imagen para la joven.
La comprensión era insuficiente para el, solo se tuvo que limitar a amarlo durante toda su vida.
Hasta los 68 tal vez. 69 si su Dios se lo permitía.
Pero nunca se extinguió, perduro en los pinos y en los pájaros danzantes, en sus cigarrillos, en su música, y en lo universal, en el aire.
Perdurable en su memoria, perdurable en su corazón.
Sol Ochoa
Y para no desilucionar a los demas,solamente tengo pensado reflexionar
una frase que me dejó algo interesante:
"Es la vida y no la muerte, la que carece de límites."
Atravesé los inicios de mi vida con un concepto "acertado" de la muerte, punto final y se acabó. Pero recien ahora me percato que yo puedo hacer infinita mi vida, puedo convertirme en un ser inmortal y manejar las cosas a mi antojo, tal vez no de una manera corporal, sino mental, pero soy infinita, somos eternos.
La muerte solamente es una parada de descanso.
Sol Ochoa nuevamente.
