“Se prepara con su arma elimina chiruzas
Apunta
Y Fuego, las fulmina de su vida”.
Ojala fuera tan simple arrancar los celos de la mente.
Un día de los frustrantes y lluviosos, se me ocurrió realizar una pequeña reflexión sobre los Celos, muchos creen saber todo del tema, pero les falta, debido a que es un simple misterio.
El ser humano lamentablemente fue programado para celar. ¿Por qué?
Porque al mismo tiempo esta programado para competir y superar al contrincante, al débil. Naturaleza de supervivencia, reproducción, míralo como quieras. Pero la pregunta es ¿Quiénes son estos competidores imaginarios?
Imaginarios para nada. Son de carne y hueso, y semejantes a nosotros.
En el caso de la Mujer, sea heterosexual o lesbiana, las demás mujeres tienden a representar un amenaza estable, incluyendo las propias amistades. Tampoco estamos hablando de actitudes concientes, porque la mayoría de las veces es impensada y poco analizada.
Actuar impulsivamente es natural, como yo siempre digo.
Las celosas compulsivas no existen, tampoco las anticelos, porque todas celan por igual, OBVIAMENTE depende el grado de sanidad de tu mente (locura) y las acciones de la persona que produce posteriormente.
Cuando La mujer divisa al hombre que desea, el cual pretende amar, querer, reproducir, marca un disimulado territorio, que las demás posibles contrincantes tienden a identificarlo vagamente, pero por instinto deciden tomar las decisiones como dejar la supuesta presa o insistir. Tampoco neguemos que esa supuesta zona puede ser marcada indiscriminadamente y de manera muy publica, que hasta el mismo hombre se termina aterrando.
Por eso la cuestión empeora en el estado de las famosas parejitas libres.
“Yo te quiero, vos me querés pero nada de compromisos y eso que le sigue”.
*No me malinterpreten, no digo que sean malas estas relaciones pero si estas en busca de chongo permanente estas en la ruina.
Las relaciones libres tienden a ser las más problemáticas aunque simulan no serlo, ya que no se puede elaborar una barrera anti competencias, y si hay “otras”, hay otras.
Depende de la personalidad de cada uno, del grado de enamoramiento, del cariño, y de la apreciación de lo vivido.
Yo siempre digo: “Sino te gusta compartir entonces no lo hagas pero disimúlalo”. Eso si, nunca conserves el amor en libertad solo porque lo necesitas tanto que no podes dejarlo, porque la sensación de infidelidad o de traición daña al corazón. Nos tienta a usar el arma antichongas pero no lo hacemos por… amor, para aferrarlo a nuestro lado.
El hombre tiene un mecanismo parecido, solo que mucho más oculto, aunque depende de su personalidad también, pero se dice que el amor los cuestiona mucho, así que nunca pienses pavadas al respecto, ellos también lloran y celan por amor.
El único mínimo consejo que puedo dejar es amá indiscriminadamente, pero aprende a diferenciar las prioridades del otro, escuchálo, sino te vas a ligar unos cuantos golpes en la pared.
Te lo dice alguien que termino en terapia intensiva de tantos tropiezos, no una experimentada.
Sol Ochoa.
