viernes, 28 de mayo de 2010

Balvanera Soho Poor Town


Yo integro la parte paqueta de mi barrio,
"lo residencial",
donde lo mágico y tranfuga sucede,
y las reglas son pautadas por los malandras de buzo canguro.

Yo camino en calles de baldosas flojas y manchadas,
"antiguas",
donde los pasos y las palabras vulgares vuelan,
y la impaciencia aumenta, crece con cada mirada.

Yo respiro oxígeno con átomos lisergicos,
"olor asfalto",
donde el aroma del plástico ensuciado abunda,
y mi costumbre se afianza.

Yo soy parte del pedazo de mierda,
y tengo frio en las manos (me falta un guante negro que se perdió por la gaveta),
y tengo molestias constantes, tal como vivir aterrada.
¿Soluciones?

martes, 25 de mayo de 2010

200 veces 1.


No quiero empezar a hablar del bicentenario como algo reflexivo, para pensar y modificar actitudes, pero si quiero compartir mi experiencia con un millon de argentinos en la inauguracion del Teatro Colón.
Solo voy a decir que como persona patriota y que no se averguenza de su país, me causa sentimiento de orgullo y emoción cantar con mis amigos y personas desconocidas, y con una palmerita en el corazón, el Himno Nacional Argentino.

viernes, 21 de mayo de 2010

Vamos a abrir la puerta para ir a rendir


Como diría el arroz con leche (eh, no me parece capa)
siempre llega este tedioso día en el que supuestamente debería sentirme...
¿Cómo se dice? ¿Nerviosa? ¿Molesta? ¿Impaciente?
Supongo que una mezcla de emociones inexactas, que me llevan a dos conclusiones:
Vaguedad (no nos gusta decir vagueza) y dolor de extremidades,
lo cual si lo sumamos, me obtenemos en un dia de exámen: Soledad y sus brazos destrozados por la práctica obsesiva de canciones que toca hace mas de un año.

No me digan éxitos, ni suerte, ni "seguro te va a ir bien".
Digan algo así como: Te mando un masajista y te hacemos una Bicentenario Fest cuando vuelvas.


Adios!

viernes, 14 de mayo de 2010

Jueves


Solo soy dueña por una hora,
y me apropio del banco escolar de piedra.
Visualicen el lugar donde estoy escribiendo esto.

Solo soy oyente por una hora,
y las voces de pequeños ángeles
y gritos de guías, resuenan entre montañas y cemento degradado.




Solo soy espectadora de la pintura verde,
utopía de la naturaleza perfecta,
que con aumentos les gustaría imitar.

Solo soy mitad esencia del edificio,
una imagen vivida de piernas cruzadas
y pulover de pelusas.

Solo soy un espíritu presente,
inevitable de olvidar, que resiste el viento,
que deja una mancha en cada ambiente.

Solo soy un aprendiz más,
que está dejando la hoja rayada,
para comenzar a documentar
un pedazo de vida fundamental.

lunes, 10 de mayo de 2010

Poema de Otoño_ Mayo

V.-Canción del Otoño

Niñas que dais al viento,
al cielo y a la mar
la mirada, el acento
y el olor de azahar
que de vuestros cabellos
bellos
amamos, respirad;

damas al sol y ensueño,
de luz y de ilusión,
que anima el dios risueño
dueño de corazón,
por vuestros ojos cálidos,
pálidos
los soñadores son.


Capitulo de "Poema de Otoño" de Ruben Darío.


Tome la resolución de recomendar el libro que más me llamó la atención durante el mes. Esta sería la primera entrega en mayo, conmemorando el Bicentenario (bueno todos me tienen las pelotas llenas con el bicentenario).
Más allá de la obvio del título, leerlo en estas épocas, transforma lo que sucedió antes de ayer a la mañana, en lo más fantástico posible, "una identificación" con el libro que les estoy recomendando.

Espero que se encuentren. Besos!

martes, 4 de mayo de 2010

Cantora

"No hay pena de amor
que por su boca no queme,
ni hay en la carpa baguala
que por ella no se queje."

En 3x4 o 6x8 resuena y vuelve igual,
entona y desentona de la misma forma
en que las cuerdas se intercambian.

"Alegre como pocas
doña Santa se amanece.
El manantial de sus coplas va
por senderos viejos.
El manantial de sus coplas va
despenando su soledad."

Lo único que interesa
es la tensión vocal para
realzar la belleza de la letra,
para terminar de entender lo que estoy diciendo,
lo que estoy remarcando y afirmando
para morir algún día, recordando
cuanto análisis técnico le podía dar
y cuanta falta de corazón se dejaba ver.