El camino, despacio,
retrocede a nuestras espaldas.Todos los árboles se han alejado
hacia el poniente.
Todo en la tierra
se aleja alguna vez.
La luna y el paisaje.
El amor y la vida.
El reloj, en mi muñeca,
dice que son las cinco de la tarde.
La hora de los adioses,
la hora en que la misma tarde
agita nubecillas en despedida.
"Despedida" de Jorge Debravo
PD: Volví a cantar de nuevo (claramente no iba a durar ni dos horas)
Olvidar.
ResponderEliminarel verbo que concibe la mayor mentira de todas las palabras en el diccionario
Que loco, pense que este escritor no era muy conocido acá... de donde lo conoces?
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