sábado, 23 de enero de 2010

Indiferencia - Intolerancia

¿Quieren saber que experimenté el otro día?

Es un poco complicado decirlo en forma de palabra y sonido,
es un poco mucho más complicado representarlo corporalmente.
Es complicado por definición, admitir que la puerta estaba cerrada,
y mi propio ser se encontraba entre las cuatro paredes de la intolerancia,
tal cual otros individuales,
tal cual otros indiferentes.

Además de la piscina del otro día,
la nueva forma de ahogo me llamaba más la atención,
el acoso humano era bastante interesante.
El acoso humano sonaba desesperante a las 4 pm.
El acoso humano se sentía devastador en las esquinas.

El acoso humano me tenía por las piernas,
para hacerme caer, las veces que la sociedad lo viera necesario.


Sol Ochoa.

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