miércoles, 14 de enero de 2009

El piano y el Violoncello


Él la acaricia de tal manera que ella se ponga tensa y suave al mismo tiempo, Sus dedos tocan al compás del amor, todas sus proporciones,
Sus extremidades impulsan que sus gemidos sean más fuertes o incluso, más callados.
Sus ojos se cierran al sentir las vibraciones que el cuerpo inerte transmite,

Sus labios tararean las sensaciones que experimenta al besar esas bellas notas
Que este piano, comunica.

En cambio, en otra habitación, en otro espacio, en otro mundo

Ella, lo acaricia de tal manera que el vibre y se relaje al mismo tiempo,

Sus dedos rozan sus cabellos para experimentar la fricción,
Sus extremidades llenan de locura el cuerpo inerte,
Sus ojos se cierran, se abren, se cierran para controlar la perfecta adaptación, Sus labios reposan, sonríen, sufren las sensaciones, que el transmite,
Que este violoncello, comunica.

De vez en cuando se cruzan, se conocen, se interpretan,
Dejan a sus amantes y comienza en famoso enredo,
Donde la percusión y la armonía se juntan

Y realizan, lo que alguna vez alguien llamo AMOR.


Sol Ochoa.





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