¿Sabés qué?
Ya no necesito de tu abrigo,
Tiene agujeros y entra frío,
Se me hiela el corazón si estas conmigo,
¿Y de que me sirve un fuerte resfrío?
Cuando ni siquiera sirvo
Para estar Contigo.
Me enreda
Y me raspa,
con solo saber que me hartas,
Y no tolera esta trampa
que es estupida y ¡basta!
Y así mi cuerpo comenzara a vencerse
Solo y sin calor,
Solo y sin razón,
Solo y sin amor.
Sol Ochoa.
Creo que debes de ser de las pocas mujeres que quiere pasar un invierno en soledad...
ResponderEliminarSaludos
Me encanta lo que escribis, nosé si ya lo había puesto. Y es verdad, mejor estar desabrigada que mal abrigada ;)
ResponderEliminarYo quiero esas uñas
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