viernes, 24 de julio de 2009

Crisis Instrumental


LLega un momento en la vida de todo músico que experimentamos una famosa crisis instrumental.
Nuestros pensamientos no saben si entonar alguna escala en Mi menor, o tocar a la velocidad de un Allegro Moderato, ya que nos resulta inconcluso.
¿Somos nosotros los que no comprendemos el instrumento, o ellos no nos comprenden a
nosotros?

Me siento en mi banco de madera, y comienzo a tocar todas las obras que conozco.
Cuando termino cansada y abatida, pienso que estuvo interesante y que mejore mi posición adelantada, mi arco se mantuvo en la misma sección, y mi trino se resolvió más suelto y armónico.
Pero cuando me acosté en mi cama para relajar los musculos, no encontré satisfacción alguna de lo que había interpretado con perfección en mi corazón. Entonces yo pienso, ¿ acaso no es el objetivo de mi actividad, lograr una felicidad diferente, un logro, una pasión?
Tenía dos caminos. Podía tocar improvisadamente, sin dejarme llevar por las partituras de memoria o los ejercicios repetitivos y sedantes de tanta melodía frígida. O tranquilamente, tirar a la basura mis años de estudio y declararme invalida musicalmente por un tiempo.
Lo más complicado, era considerar la tercera opción que surgió, el intermedio, o intermezzo (si hablamos con términos musicales para dar encanto al escrito).
Podría fingir un compromiso o interés hacia mi actividad, y realizarla solamente lo
necesario. Terminar dedicandome a otra cosa tal vez, pero no descartar todo.
Y lo probé durante un mes, y fue increiblemente frustrante, ya que comenzaron a disminuir las alabanzas hacia mi persona, y me sentí completamente COMÚN.

Así fue, como una tarde cualquiera, a pesar de tener las manos congeladas por el clima estacional, retomé lo que había dejado, con la excusa de no perder tanto tiempo con cosas escolares.

Y sorpresivamente lo sigo haciendo, con un encanto tan fluido y verdadera satisfacción.
Hoy pude sentir un cierto retraso en los mismos avances, pero a pesar de ello, me di cuenta que siempre contaré con mis ganas y mi pasión por no ser común y triunfar en lo que más deseo.
Simplemente son momentos, en los que yo no comprendo a mi instrumento, ya que el siempre estará a mi disposición para volverme a hacer entender.

Sol Ochoa.

2 comentarios:

  1. yo digo....XD

    y bueno, ya que no pueden sentir por si solos, (y con eso, tampoco pueden saber q nos pasa) somos nosotros, los musicos, quienes tenemos q despertarlo. el hacer sonar a tu instrumento como a vos te guste, eso, es lo q va a demostrar q se estan entendiendo :)

    ResponderEliminar
  2. Pensar que antes me sentía un ilustre visitante de tu blog, con comentarios exactos y profundos sobre tus escritos y ahora reduzco mis palabras a un...


    ... no te alejes de mí nunca. Te quiero mucho.

    ResponderEliminar

que decis?